Estos días de octubre se Conmemora la Crisis de los Misiles. Concretamente fue entre el 16 de octubre hasta el 29 de octubre de 1962. La Unión Soviética había plantado misiles nucleares en Cuba apuntado a EEUU. El mundo estuvo al borde de una Tercera Guerra Mundial y de la Aniquilación Nuclear.
En este como en otros casos pasados, los Reservistas del Destino Planetario han intervenido en situaciones de urgencia mundial. La mayoría de ellos son hombres y mujeres anónimos que han estado en posiciones cruciales en la Tierra, en diferentes ámbitos (religioso, financiero, político, etc), siendo preparados (la mayoría de las veces siendo entrenados inconscientemente en su mente profunda), para actuar en urgencias mundiales específicas en cuestión de horas. Los Documentos nos enseñan que estas personas rara vez se engalanan en las páginas de la Historia Humana, así que es muy difícil detectar quiénes son y quienes lo fueron.
De una forma difícil de entender, la mente de estos reservistas (muchos de los cuales son inconscientes de su papel), logra funcionar en coordinación sobrehumana con otros reservistas, como si actuaran en un plano diferente, y estableciesen consejos permanentes e incluso una organización de gobierno. Esto es increíble porque muchos de ellos posiblemente no se conocen físicamente, pero de una manera superior a nuestra comprensión, logran un contacto en su superconciente entre ellos. Al parecer el sujeto dormido era uno de estos, y posiblemente durante el sueño, se estableciesen esos enlaces e incluso la gestión del gobierno de reservistas.
Además de ellos, el Libro de Urantia señala que hay un grupo algo diferente de reservistas. Son aquellos que tienen conciencia de su ciudadanía cósmica y podrían inclusive tener contacto o una apertura directa con las esferas superiores. Se nos prohíbe saber qué función especial cumple este cuerpo especial de reservistas con conciencia cósmica. Es el secreto sagrado de la Tierra.
Sobre el primer grupo de reservistas, he detectado que algunos de los que han colaborado en cuestiones políticas de la Tierra, se han mantenido cerca de las autoridades visibles, o han ejercido una influencia indirecta sobre los gobernantes, muchas veces como asesores, mentores o consejeros que pasan inadvertidos.
Según mis investigaciones, creo personalmente que Barbara Tuchman es para mi una candidata para ser detectada como reservista. Esta historiadora fue crucial en publicar el libro “Los cañones de Agosto”, que mediante varios hechos providenciales, sincrónicos y extraños (con la esencia de la acción Seráfica y de los Seres Intermedios), su libro llegó al mismo J.F. Kennedy, que “providencialmente” lo estaba leyendo durante la crisis de los misiles de 1962. Ese libro tuvo tal impacto en el Presidente, que logró discernir que no tenía que cometer los mismos errores que llevaron al mundo a la Primera Guerra Mundial, e hizo que Kennedy jugara por evitar una catástrofe nuclear.
Hoy en medio de la Guerra de Rusia y Ucrania, en medio de una nueva Guerra en Oriente Medio, los Reservistas actúan como esos bomberos que llegan a un accidente, a realizar “control de daños”, y evitan que las cosas se salgan de control. Así, ayudan y normalizan gradualmente el tráfico, y se logra retomar la estabilidad temporal.
Es debido a esa función planetaria, de ser los Seguros del Destino Planetario, que los Reservistas son protegidos por los Serafines y Seres Internedios mientras dura su misión. Para mantener un Seguro se invierte y se paga. Eso hacen los Serafines planetarios.
No es que sean personas más valiosas que otras. No, es su misión específica la valiosa, ya que grupos enteros dependen de ellos, ya sea en los planos económico, religioso y político, entre tantos.
Estos días, y de forma silenciosa, estos reservistas están muy activos. No lo hacen para evitar los conflictos, los cuales son responsabilidad de la negligencia humana, sino para hacer “control de daños”, para evitar que las cosas se salgan de control. Son la primera línea contra el desastre, los “bomberos planetarios”.
Y aunque ellos fallasen, hay otros “cortafuegos” para evitar una catástrofe planetaria. Y en última instancia, solo como última instancia, la población terrestre salvable sería evacuada.
