jueves, 31 de enero de 2019

¿Que vio realmente Ezequiel?


No he sido el único en plantear esta posibilidad. Ángel Sanchez Escobar también lo ha hecho brevemente. 

Durante bastante tiempo se ha comentado que el Carro que vio el profeta Ezequiel fue un OVNI típico, de tecnología más o menos avanzada y material. Muchos autores del mundo ufológico lo han comentado y hasta un ingeniero de la Nasa al parecer planteó esa posibilidad (dibujo lateral).

No obstante, los Documentos al parecer nos dan una sutil pista de lo que Ezequiel pudo observar:

(438.5) 39:5.12 La idea errónea de que los ángeles poseen alas no se debe exclusivamente a la antigua idea de que si volaban por el aire debían tener alas. A los seres humanos algunas veces se les ha permitido observar a los serafines que estaban siendo preparados para el servicio de transporte, y las tradiciones de estas experiencias han determinado en gran parte el concepto de los ángeles que se tiene en Urantia. Al observar la preparación de un serafín de transporte para recibir a un pasajero para el tránsito interplanetario, es posible que se vea lo que aparentemente es un juego doble de alas que se extienden desde la cabeza hasta los pies del ángel. En realidad estas alas son aislantes de la energía —escudos de fricción.

Es interesante la expresión resaltada. Y me centraré en los escritos bíblicos. Parece que Ezequiel es el único testigo ocular en la Biblia junto a Isaías (antes del Apocalipsis de Juan) que observa directamente a los ángeles o criaturas celestiales con ALAS. Daniel por ejemplo, mantuvo contacto con seres celestiales, pero éstos no son descritos así, sino como individuos de aspecto humanoide y radiante.

La Biblia declara:

“Y [cada] una de ellas cuatro alas.  Y sus pies eran pies rectos, y la planta de sus pies era como la planta del pie de un becerro; y resplandecían como con el fulgor de cobre bruñido.  Y había las manos de un hombre debajo de sus alas en sus cuatro lados, y las cuatro tenían sus caras y sus alas.  Sus alas se unían una a la otra. Ellas no se volvían cuando iban; iban cada una directamente adelante. Y sus alas se extendían hacia arriba. Cada una tenía dos que se unían, y dos cubrían sus cuerpos”. – Ezequiel 1:6-9; 11

"Y bajo la expansión sus alas estaban rectas, una a la otra. Cada una tenía dos alas que cubrían de este lado y cada una tenía dos que les cubrían del otro lado los cuerpos" - Ezequiel 1:23.

Una de las primeras dificultades para asociar inmediatamente este relato con el de un transporte seráfico radicaba en que muchos de los lectores hemos concebido al transporte seráfico con la forma de dos “alas” que se cierran, una especie de “naranja” partida por la mitad alargada que se une o abre. Pero el texto de Ezequiel describía cuatro alas asociadas a estos seres. Mi sorpresa vino cuando volví a releer el Documento alusivo al transporte seráfico:

(438.6) 39:5.13 Mientras tanto, el serafín de transporte se coloca en una posición horizontal inmediatamente por encima del polo de energía universal del planeta. Mientras los escudos de energía están totalmente abiertos, la personalidad durmiente se deposita hábilmente, mediante el oficio de los asistentes seráficos, directamente encima del ángel transportador. Luego tanto los pares de escudos superiores como los inferiores se cierran y se ajustan cuidadosamente.

¡Habla de dos pares de escudos! Lo que describe cuatro “alas”. Y esto había sido declarado en el párrafo anterior:

(438.5) 39:5.12 Al observar la preparación de un serafín de transporte para recibir a un pasajero para el tránsito interplanetario, es posible que se vea lo que aparentemente es un juego doble de alas que se extienden desde la cabeza hasta los pies del ángel. En realidad estas alas son aislantes de la energía —escudos de fricción.

Claramente tendremos que modificar nuestras ilustraciones de los Transportes Seráficos. La imagen se parecería a una especie de "cáscara" con cuatro componentes que se cierran para "encapsular" al individuo celestial que viaja en el vehículo viviente.

Lo claro es que éstas "alas" que son "escudos de energía" se cierran o "unen una a otra" como lo atestigua Ezequiel. Así que ahora tengo una gran certeza de lo que vio el profeta era un grupo cuatro ángeles transportadores junto a sus asistentes seráficos.

Sí, porque el relato describe que éstas criaturas tenían "cuatro caras" y que dos juegos de alas se cerraban, etc. La descripción evidentemente de ésta visión gloriosa llena de fulgor y energía debe haber creado la sensación de que el ángel o criatura era un todo (alas y rostros). Recordemos que cuando los primeros habitantes de América observaron a los españoles en caballo, pensaron que éstos eran criaturas estilo centauros, que los hombres eran parte de los caballos. Pues bien, el profeta asoció como un todo a:

- El transporte seráfico (o serafín transportador que es un ente en si mismo) que se abre en cuatro escudos. Estos eran las "cuatro alas".

- La personalidad durmiente depositada adentro del serafín. Notemos que el profeta describe las manos de un hombre "debajo de las alas", o sea éstas "alas" estaban cubriendo a una personalidad.

- Los asistentes seráficos. Estos seres depositan al interior del serafín al peregrino celestial. Al respecto es interesante cuantos intervienen:

(438.6) 39:5.13 Mientras tanto, el serafín de transporte se coloca en una posición horizontal inmediatamente por encima del polo de energía universal del planeta. Mientras los escudos de energía están totalmente abiertos, la personalidad durmiente se deposita hábilmente, mediante el oficio de los asistentes seráficos, directamente encima del ángel transportador. 

(438.7) 39:5.14 Cuando todo esto está listo para su partida, el jefe de transporte hace la inspección apropiada del vehículo de vida, lleva a cabo las pruebas de rutina para asegurarse de que el ángel esté adecuadamente conectado a los circuitos, luego anuncia que el viajero está debidamente enserafinado, que las energías están ajustadas, que el ángel está aislado, y que todo está listo para el destello de partida. 

Así si sumamos se observan a varias entidades (aparte del serafín que adquiere una forma más similar a cuatro alas como un vehículo más que un ente humanoide) en el proceso del viaje:

- El viajero (durmiente)
- El jefe de transporte
- Los asistentes seráficos (posiblemente dos)

Así que es altamente posible que en medio del fulgor energético resplandeciente y durante la misma metamorfosis del serafín transportador y los entes que se acercan a él, el profeta haya asociado que todo esto era un solo ser con cuatro rostros. Sus cuerpos evidentemente se mezclaban en el fulgor, ya que él describe:

"Y en cuanto a la semejanza de las criaturas vivientes, su apariencia era como brasas ardientes de fuego. Algo como la apariencia de antorchas se movía hacia atrás y hacia adelante entre las criaturas vivientes, y el fuego era brillante, y del fuego salían relámpagos" - Ezequiel 1:13.

Notamos que el serafín adquiere el tono de una brasa ardiente (similar al ámbar) pero además el profeta declara que algo se movía como "antorchas" entre las criaturas, ésto debe haber sido el efecto del alejamiento y acercamiento de los asistentes del serafín. Y el "fuego brillante" y los "relámpagos" claramente eran una vista de éstos escudos y aislantes de energía del serafín transportador. Y es interesante que el Serafín adquiere una tonalidad ámbar similar a las "brasas ardientes":

(438.7) 39:5.14 La apariencia exterior del serafín se vuelve alargada en ambos extremos y tan envuelta en una luz extraña de tonalidad ámbar que muy pronto es imposible distinguir a la personalidad enserafinada.

El que Ezequiel describa los rostros de estos entes con caras de león, águila, toro y hombre bien pudo haber sido una asociación visual del profeta, o un ajuste de los traductores y escribas judíos. La razón es interesante. La misma expresión "águila" significa también “destello reluciente” o "rayo fulgurante" en el hebreo, y es similar al efecto de un águila que al volar puede causar esos efectos ópticos. Esto puede ser un nombre onomatopéyico (es decir, un nombre cuyo sonido imita a aquello que designa). Así también el "toro" puede ser una alusión que esos rostros emitían "poder" y el león emitía "majestad" o "autoridad". Así que bien pudo haber descrito algo como un rostro "como el destello de un águila", "el poder de un toro" y "la majestad del león", junto al "rostro de hombre". Los traductores posteriores se centraron en el objeto asociado y no en el objeto original.

Cuando parte el serafín ocurre ésto:

(438.7) 39:5.14 En este momento, el despachador de transporte del reino reúne las baterías auxiliares de los transmisores de energía viviente, generalmente mil de ellos; al anunciar el destino del transporte, toca el punto cercano del vehículo seráfico, que sale despedido hacia adelante con una velocidad como la del rayo, dejando una huella de luminosidad celestial hasta donde llega la vestimenta atmosférica planetaria. En menos de diez minutos este maravilloso espectáculo se desvanece aun de la vista seráfica reforzada.

"Y de parte de las criaturas vivientes había un salir y un volver como con la apariencia del relámpago". - Ezequiel 1:14

Notablemente Ezequiel bien pudo haber estado describiendo como éstos vehículos seráficos salían despedidos como rayos, e incluso posiblemente vio el arribo de otros.

Ahora bien, ¿que eran las inmensas ruedas?


“Mientras yo seguía viendo a las criaturas vivientes, pues, ¡mire!, había una rueda en la tierra al lado de las criaturas vivientes, junto a las cuatro caras de cada una.  En cuanto a la apariencia de las ruedas y su estructura, era como el refulgir del crisólito; y las cuatro tenían una sola semejanza. Y su apariencia y su estructura eran tal como cuando una rueda resultaba estar en medio de una rueda.  Al ir, iban en sus cuatro lados respectivos. No se volvían en otra dirección cuando iban.  Y en cuanto a sus llantas, tenían tal altura que asustaban; y sus llantas estaban llenas de ojos todo en derredor de las cuatro.  Y cuando las criaturas vivientes iban, las ruedas iban al lado de ellas, y cuando a las criaturas vivientes se las alzaba de la tierra, a las ruedas se las alzaba. Adondequiera que el espíritu se inclinaba a ir, ellas iban, [inclinándose] el espíritu a ir allí; y a las ruedas mismas se las alzaba cerca de ellas, al lado, porque el espíritu de la criatura viviente estaba en las ruedas.  Cuando iban, estas iban; y cuando se detenían, estas se detenían; y cuando se las alzaba de la tierra, a las ruedas se las alzaba cerca de ellas, al lado, porque el espíritu de la criatura viviente estaba en las ruedas” – Ezequiel 1:15-21

Notamos que las ruedas son bien grandes y se encuentran al lado de las criaturas. La apariencia es como una rueda incrustada dentro de otra, y al parecer giraban. Las llantas tienen algo con el aspecto de "ojos". Lo interesante es que hay una especie de correlación de movimientos entre las criaturas y las ruedas, como si el "espíritu de las criaturas estuviese en las ruedas". La expresión "espíritu" la podemos asociar con el "movimiento" o "energía de vida", lo cual muestra una interesante interacción energética entre las ruedas y los ángeles. 

Pues bien, las sorpresas continúan. Al parecer Ezequiel vi algo descrito en los Documentos y que excede a lo que pensábamos inicialmente.

En el Documento 29 se hace una extensa descripción de unos "seres" vinculados a Dirigir el poder universal. Los reveladores comentan la dificultad para que la mente humana pueda comprender a éstas entidades.

29:1.3 (320.3) Los Siete Directores Supremos del Poder están estacionados en el Paraíso periférico, en el cual sus presencias giratorias lentas indican las andanzas de los centros de enfoque de la fuerza de los Espíritus Rectores. Estos directores del poder funcionan individualmente en la regulación del poder y de la energía de los superuniversos, pero en forma colectiva, en la administración de la creación central. Operan desde el Paraíso, pero se mantienen como centros efectivos de poder en todas las divisiones del gran universo.

En el Documento se explica que éstos Directores tienen una cadena de regulación de la energía que parte en el Paraíso y llega a nuestros mundos. Lo interesante es que se deja entrever su aspecto como "presencias giratorias". Ahora miremos lo que se dice de sus "vástagos" asignados a los mundos:

29:1.2 (320.2) Los Directores Supremos del Poder son siete en su número, e idénticos en apariencia y función. No se puede distinguir uno de los otros excepto por el Espíritu Rector con el cual cada uno de ellos está en asociación inmediata, y cuando le sirve en completa obediencia funcional. Cada uno de los Espíritus Rectores está de este modo en unión eterna con uno de sus vástagos colectivos. El mismo director siempre está en asociación con el mismo espíritu, y su relación de trabajo resulta en una asociación singular de energías físicas y espirituales, de un ser semifísico y una personalidad espiritual.

29:1.4 (320.4) Estos seres poderosos son los antepasados físicos de las vastas huestes de los centros del poder y, a través de ellos, de los controladores físicos esparcidos en todos los siete universos. Dichos organismos subordinados de control físico son básicamente uniformes, idénticos excepto por el matiz diferencial de cada cuerpo superuniversal. Para cambiar servicio superuniversal, bastaría con que regresaran al Paraíso para volver a matizarse. La creación física es fundamentalmente uniforme en su administración.

Aquí notamos que la prole de los Directores de Poder son los Centros de Poder, y los Controladores Físicos, siendo uniformes e idénticos en aspecto y función. Lo cual nos lleva a la conclusión de que también son en sí mismos "presencias giratorias". 

29:2.19 (322.3) 8. Centros no clasificados. Estos son los centros que funcionan en situaciones locales específicas pero no en los planetas habitados. Cada mundo está bajo la responsabilidad de los Controladores Físicos Decanos y reciben las líneas de poder en circuito, enviadas por el centro del poder de su sistema. Sólo aquellas esferas de las relaciones más extraordinarias de energía tienen centros de poder de la orden séptima, que actúan como ruedas de equilibrio universal o gobernantes de la energía.

Aquí se habla de los centros de poder en zonas de gran concentración de energía que exceden a los mundos habitados. Y se nos da otro indicio del aspecto de ellos. Son ruedas gobernantes de energía. Podemos concluir que en escala más pequeña pero de aspecto similar, tal como hemos visto, los controladores físicos que sí están en Urantia tienen este aspecto. Además Urantia parece estar metida en una zona de gran actividad energética, tal como declara otro Documento.

Así que ya nos podemos acercar al "aspecto" de estos entes vivientes: Es similar a ruedas giratorias.  Estos "dinamos" vivientes son capaces de direccionar las energías y transmutarlas.


Estos seres son verdaderos “29:3.12 (324.2) Estos mecanismos vivientes del poder” lo cual me evoca a estas “ruedas mecánicas vivientes” descritas por Ezequiel.  Al respecto, los Controladores Físicos Decanos siendo de ésta naturaleza, tienen un papel esencial en nuestro mundo:

29:4.4 (324.6) Los Controladores Físicos Decanos son los vástagos directos de los Centros Supremos del Poder.

29:4.1 (324.3) Estos seres son los subordinados móviles de los Centros Supremos del Poder. Los controladores físicos están dotados de capacidades de metamorfosis de la individualidad, de naturaleza tal que pueden ocuparse de una notable variedad de autotransportes, siendo capaces de atravesar el espacio local a velocidades que se asemejan a la velocidad de los Mensajeros Solitarios. Pero como todos los demás atravesadores del espacio, requieren la asistencia tanto de sus semejantes como de ciertos otros tipos de seres para sobreponerse a la acción de la gravedad y a la resistencia de la inercia al partir de una esfera material.

29:4.14 (325.7) Los controladores físicos se ocupan principalmente del ajuste de las energías básicas no descubiertas en Urantia. Estas energías desconocidas son muy esenciales para el sistema de transporte interplanetario y para ciertas técnicas de comunicación. Cuando colocamos líneas de energía para el propósito de llevar equivalentes del sonido o ampliar la visión, estas formas no descubiertas de la energía son utilizadas por los controladores físicos vivientes y sus asociados. Las criaturas intermedias también utilizan estas mismas energías en varias ocasiones, en su tarea de rutina.

Notamos como son los hijos de los Centros Supremos de Poder, aquellas ruedas giratorias, lo cual los vuelve semejantes. Es interesante que los Controladores Físicos son móviles y pueden autotransportarse, lo cual otra vez nos evoca a las “ruedas” del “carro” de Ezequiel. Además es muy fascinante que son vitales en el “transporte interplanetario” y en lograr la capacidad de “ampliar la visión” o captar ciertos sonidos. Esto fue lo que ocurrió con Ezequiel, quién obtuvo momentáneamente la capacidad de ver y oír estas cosas (Ezequiel 1:1; 24). Estos controladores físicos serían como unos verdaderos equipos vivientes para amplificar y visualizar estas realidades semi-físicas.

Veamos ahora una subdivisión especial de éstos, los Controladores Mecánicos:

29:4.19 (326.1) De todos los Controladores Físicos Decanos asignados a los mundos habitados, los controladores mecánicos son los más poderosos. Cada controlador, teniendo la dote viviente de la antigravedad en exceso a todos los demás seres, posee una resistencia a la gravedad igualada tan sólo por esferas enormes que giran a velocidades extraordinarias. Diez de estos controladores están estacionados ahora en Urantia, y una de sus actividades planetarias más importantes consiste en facilitar la partida de los transportes seráficos. En esta función, los diez controladores mecánicos actúan al unísono, mientras que una batería de mil transmisores de energía provee el impulso inicial para la partida seráfica.

Notemos como ésta cita refuerza ésta participación de los Controladores Físicos que ayudan en la partida de los serafines:

(438.7) 39:5.14 Cuando todo esto está listo para su partida, el jefe de transporte hace la inspección apropiada del vehículo de vida, lleva a cabo las pruebas de rutina para asegurarse de que el ángel esté adecuadamente conectado a los circuitos, luego anuncia que el viajero está debidamente enserafinado, que las energías están ajustadas, que el ángel está aislado, y que todo está listo para el destello de partida. Los controladores mecánicos, dos de ellos, ocupan entonces su posición. Ya para este momento el serafín de transporte se ha vuelto una luminosidad brillante casi transparente, vibrante, en forma de torpedo. En este momento, el despachador de transporte del reino reúne las baterías auxiliares de los transmisores de energía viviente, generalmente mil de ellos; al anunciar el destino del transporte, toca el punto cercano del vehículo seráfico, que sale despedido hacia adelante con una velocidad como la del rayo, dejando una huella de luminosidad celestial hasta donde llega la vestimenta atmosférica planetaria. En menos de diez minutos este maravilloso espectáculo se desvanece aun de la vista seráfica reforzada.


Justamente notamos como los Controladores están al lado de los transportes seráficos, lo cual valida la visión de Ezequiel en donde las "ruedas" estaban al lado de las criaturas. De hecho, no olvidemos que la visión indica una interacción de energía entre las ruedas y las criaturas, lo cual nos confirma como los Controladores energizan a los transportes y les ayudan a sobreponerse a la acción de la gravedad. 

Ahora bien, recordemos precisamente que éstos seres (según una cita de más arriba) están vinculados a la acción de la antigravedad:


9:3.3 (101.3) La antigravedad puede anular la gravedad dentro de un marco local; lo hace ejerciendo una presencia equivalente de fuerza. Opera sólo con referencia a la gravedad material, y no es la acción de la mente. El fenómeno de resistencia a la gravedad de un giroscopio es una ilustración clara del efecto de la antigravedad, pero no sirve para ilustrar la causa de la antigravedad.

Creo que ésta cita de otro Documento es una pista que me convenció con asombro de que las "ruedas de Ezequiel" son éstos Controladores Mecánicos:

Notemos que se habla de un giroscopio, y éste artefacto ¡tiene la forma exacta de las ruedas de Ezequiel!