jueves, 16 de julio de 2020

Liderazgo para la reorganización del mundo


195:9.4 (2082.9) La religión necesita nuevos líderes, hombres y mujeres espirituales que se atrevan a depender solamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. Si el cristianismo persiste en desatender su misión espiritual, mientras sigue ocupándose de los problemas sociales y materiales, el renacimiento espiritual deberá esperar el advenimiento de estos nuevos maestros de la religión de Jesús, que se dedicarán exclusivamente a la regeneración espiritual de los hombres. Entonces, estas almas nacidas del espíritu proveerán rápidamente el liderazgo y la inspiración que se requieren para una reorganización social, moral, económica y política del mundo.

Las palabras anteriores de los Documentos de Urantia de alguna forma tienen su correspondencia en ciertas palabras que los videntes y profetas de antaño expresaron con revestimientos propios de su época, pero que contienen grandes verdades:

“Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino eterno, y todos los señoríos le servirán y obedecerán” – Daniel 7:27.

El versículo anterior se refiere a que los reinos humanos serán finalmente controlados por los "santos", aquellos que tienen una gran conexión con el Altísimo (Ajustador). Es interesante ésta traducción del mismo versículo:

“Y el reino y la gobernación y la grandeza de los reinos bajo todos los cielos fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino es un reino de duración indefinida,  y todas las gobernaciones servirán y obedecerán aun a ellos” – Salmo 7:27

Notamos que no se habla de una destrucción de los reinos, sino que los reinos existentes pasan a ser gobernados por éstos "santos". Estos son los futuros líderes (que aún no aparecen) que provocarán la reorganización existente de éste mismo mundo.

Es cierto que hay una bestia maligna o entidad política opresora narrada en esas profecías que se hace con el control breve y temporal de los reinos humanos (tres años y medio), pero es esa entidad específica la que es aniquilada y no todos los reinos. De estar bajo el sometimiento de la bestia, éstos ahora son liberados y pasan a ser gobernados por los santos.

En Daniel 12:3 al parecer se vuelve a mencionar a éstos líderes nacidos del espíritu:

"Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad" - Daniel 12:3.

Es interesante que aquí se habla de una guía, de un liderazgo que provoca un giro en las masas, en la multitud. Ellos brillarán sobre las naciones humanas y las guiarán. Esto cumple las palabras iniciales del Libro de Urantia, y lo que los profetas escribieron.

En la parábola del "trigo y la mala hierba" también se declaran palabras semejantes:

"Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga" - Mateo 13:43.

Y esto sin duda debe estar conectado con éstas palabras de Pablo:

"Porque la creación espera con gran expectación la revelación de los hijos de Dios" - Romanos 8:19.

Son éstas personas que aparecerán como lumbreras más visibles después de la actual crisis mundial, de las cuales se escribe en los Documentos:

170:5.19 (1866.2) Tarde o temprano deberá surgir otro Juan el Bautista más grande, que proclamará que «el reino de Dios está cerca» — que propondrá un retorno al elevado concepto espiritual de Jesús, el cual proclamó que el reino es la voluntad de su Padre celestial, dominante y trascendente, en el corazón del creyente — y hará todo esto sin referirse para nada a la iglesia visible en la Tierra, ni a la esperada segunda venida de Cristo.

Este "Juan el Bautista" debe ser ese colectivo de líderes renacidos que como maestros de la religión de Jesús guiarán a la Humanidad (párrafo inicial de la entrada). Esta predicación estará libre de la monopolización de la iglesia cristiana como colectivo de "cristianismo", y estará despojada de la idea del segundo advenimiento de Jesús como motor principal de la Fe. Es cierto que Micael retornará, pero en cuanto a la transformación del mundo aquello es secundario y posiblemente no esté conectado. No será el eje del retorno a las enseñanzas puras de Jesús.

195:9.5 (2083.1) La era moderna se negará a aceptar una religión que no esté de acuerdo con los hechos y que no se armonice con los conceptos más elevados de verdad, belleza y bondad. Está llegando la hora del redescubrimiento de los verdaderos y originales cimientos del distorsionado y comprometido cristianismo de hoy: la verdadera vida y enseñanzas de Jesús.

195:10.1 (2084.1) El cristianismo rindió indudablemente un gran servicio a este mundo, pero a quien más se necesita ahora es a Jesús. El mundo necesita ver a Jesús vivir nuevamente en la tierra, en la experiencia de los mortales nacidos del espíritu que efectivamente revelen el Maestro a todos los hombres. Es fútil hablar de un renacimiento del cristianismo primitivo; debéis seguir hacia adelante desde donde os encontráis. La cultura moderna debe volverse espiritualmente bautizada con una nueva revelación de la vida de Jesús e iluminada con una nueva comprensión de su evangelio de salvación eterna. Y cuando Jesús así se eleve, él atraerá a todos los hombres hacia él. Los discípulos de Jesús deberían ser más que conquistadores, aun fuentes colmadas de inspiración y de un vivir elevado para todos los hombres. La religión es tan sólo un humanismo exaltado, hasta que se la haga divina mediante el descubrimiento de la realidad de la presencia de Dios en la experiencia personal.

Así que ésta nueva venida de Jesús de alguna forma en un sentido más espiritual y profundo se realizará a través de éstas almas renacidas que liderarán la transformación del mundo.

Esta Era actual de alguna forma llegará a su fin. Ya presenciamos una crisis civilizatoria que aún está en desarrollo. Al final de ésta crisis, comenzaremos a ver como éstas almas renacidas entran en acción para ayudar en la reconstrucción del mundo el cual estará en cenizas culturales y espirituales.

Sí, los Hijos de Dios serán revelados en la plenitud del tiempo. Ellos serán la Verdadera Intervención Divina en la Tierra.