Es fundamental leer la entrada anterior antes de intentar seguir las recomendaciones expuestas aquí. Por lo tanto, si usted no está seguro de enseñar o no las verdades del Libro de Urantia a determinadas personas, es mejor que aún espere y no lo haga.
Posteriormente y después de un tiempo, reconsidere los asuntos, y trate de sentir si la persona está lista o no. Hágalo sin prisas. Confíe en el Padre y en la guía seráfica. Después le animo a que primero vuelva a leer nuevamente la entrada anterior, y si ahora cree que ya es el momento, puede continuar con las recomendaciones aquí expuestas.
Es imposible transmitir la Revelación de Urantia sin crear un puente de transición conceptual en la mente. Lo importante es que eso sea un puente transitorio, pero es menester presentarlo a la mente (sobre todo para aquellos con creencias previas). Por lo tanto, si la persona ya se encuentra lista, éstas entradas sucesivas le pueden servir como material para establecer un "puente" conceptual:
Primero:
Segundo:
Tercero:
Finalmente deseo reiterar lo comentado antes. Aunque nuestro corazón arde por comunicar a todos el Libro de Urantia, eso no garantiza la transformación repentina del mundo. La Humanidad por sí sola mediante un proceso indirecto de la guía seráfica ya ha seguido un progreso, y eso no ha implicado la inyección directa de una Revelación, sino más bien una sutil guía angelical inadvertida. A veces una exposición repentina a una Revelación solo puede causar desastres.
Es mejor un goteo constante y paciente sobre las semillas, más que una repentina inundación de agua (Revelación). En exceso, y de forma repentina, la Revelación solo puede traer problemas.
El caso de Dalamatia es el más notable. Durante miles de años los Cien de Dalamatia enseñaban pacientemente los conocimientos a solo algunos nativos seleccionados y preparados. No hubo una exposición explosiva al mundo. Luego, esos nativos regresaban como maestros a sus respectivos pueblos en el mundo y comenzaban un proceso de mejora en sus comunidades, pero dichas tribus y grupos humanos no tuvieron un contacto directo con Dalamatia. Lamentablemente, eso cambio al momento de la rebelión planetaria, trayendo un caos que arruinó el progreso del mundo.
Por eso, seamos pacientes y dejemos muchos asuntos en manos del Padre y de los serafines junto a sus amigos, los seres intermedios. Seamos como esos primeros alumnos de Dalamatia que eran formados pacientemente en la Revelación, y luego volvían a sus tribus, y guiaban a sus hermanos humanos de forma paciente, adaptando sus enseñanzas a la capacidades y raíces culturales existentes de las gentes que les rodeaban.
Por otra parte, no debemos confundir la entrega de la Revelación de Urantia con la proclamación y experimentación del Evangelio del Reino, el cual puede ser expresado abiertamente a todos los seres humanos.