Hay bastante evidencia en los Documentos que nos hacen llegar a la conclusión que en determinado momento los miembros del séquito, y posteriormente Adán y Eva, inspiraron la forma piramidal tan presente en la arquitectura humana. A pesar de que en las etapas iniciales los miembros del séquito no usaron la revolución de información como medio para enseñar a los pueblos, ésto cambió después de la rebelión planetaria. También Adán y Eva evitaron entregar inventos sofisticados de naturaleza mecánica, pero si introdujeron un arte de la construcción muy superior.
Parece evidente que los adanitas no contaban con los materiales moronciales (cristales y otros elementos desconocidos para nosotros) y dispositivos de construcción superiores de un orden moroncial. Sin embargo, la forma piramidal fue adaptada a una versión más burda terrestre con los materiales disponibles en la Tierra, en esos años, la roca y ladrillos. Si tenemos presentes que las razas roja, anaranjada y verde eran de gran altura, parece evidente que canalizaron su energía en la construcción de éstos templos. Además, la posterior raza nodita y adanita también podría ser considerada gigante por nosotros. Y claramente todos éstos pueblos combinados poblaron los lugares en donde se han encontrado formas piramidales:
Egipto, América del Sur, América Central, China, la India, Tailandia, las islas de Asia y el Pacífico, India, algunas Islas del Mediterráneo y el Atlántico, y posiblemente en Europa.
En entradas pasadas ya se había tocado éste asunto:
https://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2015/12/por-que-piramides.html
https://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2015/12/por-que-piramides-parte-ii.html
https://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2015/12/por-que-piramides-parte-iii.html
Pero ahora, analizando algunas cuestiones relativas a la reencarnación, en una pregunta reciente, apareció este párrafo de los Documentos que nos confirma que Adán y Eva SI enseñaron a sus hijos asuntos relativos a los mundos de estancia:
(953.5) 86:4.6 La raza anaranjada se dejó llevar especialmente por la creencia en la transmigración y reencarnación. Esta idea de la reencarnación se originó en la observación de la similitud hereditaria de rasgos en los vástagos respecto de sus antepasados. La costumbre de llamar a los hijos con el nombre de los abuelos y de otros antepasados se debía a la creencia en la reencarnación. Algunas razas posteriores creían que el hombre moría de tres a siete veces. Esta creencia (residuo de las enseñanzas de Adán sobre los mundos de estancia), y muchos otros residuos de la religión revelada, se pueden encontrar entre las doctrinas por otra parte absurdas de los bárbaros del siglo veinte.
Los Documentos y el paréntesis que es de los mismos Reveladores nos dejan en claro que Adán enseñó a su prole inmediata sobre "los mundos de estancia". El concepto erróneo de la reencarnación tomó fuerza con una mala transmisión oral de la carrera ascendente en los primeros siete mundos moronciales. Recordemos que mientras ascendemos de mundo en mundo moroncial se nos duerme y despierta en nuevos cuerpos moronciales. Esto fue enseñado a los adanitas. Al parecer con los años esta enseñanza se degradó oralmente, y como lo mostraba una cita de los Documentos en una entrada pasada (de hace pocos días), muchos de los sucesos que ocurren en los mundos de estancia tienden a ser narrados como ocurriendo aquí en la Tierra. Fue así como ese residuo degradado se convirtió en la creencia en la reencarnación aquí en la Tierra.
Pero lo anterior también es revelador, porque nos confirma que Adán narró asuntos relativos a los mundos de estancia a sus hijos. No olvidemos que muchos de ellos vieron los transportes seráficos cuando bajaron a buscar a algunos de sus hermanos. Estos asuntos deben haber quedado tan impregnados en las culturas posteriores que tanto en Egipto como en la India se narraron las visitas de las "carrozas voladoras" y los dioses (la raza adanita pura). El "halo" de Adán y Eva también fue presentado a los egipcios e indios (que eran descendientes de anditas mestizados). Así los dioses violetas-azulados de la India como los de Egipto, comparten éstos residuos. Sin duda lo anterior también se plasmó en la Arquitectura Celestial adaptada a una versión terrestre. Este tipo de templos con motivos funerarios o religiosas eran un vago recuerdo que emulaba el hogar de los antiguos ancestros de origen celestial. Para una civilización con herencia de sus dioses eran vital dejar ese "sello" divino en sus construcciones.
Sí. Vinieron Seres Extraterrestres a la Tierra. Fueron los Cien corporizados y Adán y Eva. Pero esa Historia debe medirse bien con las realidades concretas de los hechos históricos y ser aterrizada a la realidad más coherente y equilibrada, a diferencia de la interpretación con las gafas excesivamente modernas y tecnológicas que hacen los expositores de los "antiguos astronautas".
Si realmente seres con tecnología de punta hubiesen creado las pirámides, habría rastros de materiales y artefactos mecánicos (alguna máquina de rayos lásers, naves, etc.) y tecnológicos avanzados en la arqueología. NINGUNA HERRAMIENTA O TORNILLO extraterrestre se ha encontrado jamás. Solo el mecanismo de Anticitera presenta los rasgos de ser una "computadora" de navegación marítima, pero claramente fue desarrollado por los griegos (que eran descendientes de Adansón). No obstante, fue encontrado en el Mar Egeo y sin ninguna conexión con la construcción arquitectónica. No fue hallado cerca de una pirámide o templo.
Por lo tanto, los hechos fácticos y reales muestran más bien una INSPIRACIÓN en realidades superiores (realmente SI hubo un contacto con entes superiores), pero éste fue acotado y ADAPTADO a las realidades de la época como la construcción en piedra.
Por lo tanto, todo lo anterior vuelve a probar que la visión de los Documentos es la mas equilibrada y juiciosa a la hora de comprobar los asuntos.
No niego que civilizaciones materiales tecnológicas del nivel físico hayan visitado a nuestros ancestros, pero la EVIDENCIA real apunta más bien a que sí existió un contacto con una Ciencia y Entes superiores, pero éstos NO irrumpieron más de la cuenta en nuestra civilización en ciernes. Esta evidencia (nos basamos en lo que es y no en la mera especulación y ensoñación), apunta a confirmar nuevamente al Libro de Urantia como la visión real y equilibrada.